miércoles, 16 de agosto de 2017

EMBATES

Ante cualquier problema siempre creía que existía una salida liberadora, una que te dejaba inerme, era cuestión de inteligencia o astucia encontrarla. Ahora sé que hay embates de la vida que te dejan inevitablemente lisiado. En la infancia, igual, el daño físico es rápidamente socorrido por el diente de repuesto o la piel nutricia, mientras que, con los años, la ruina corporal se te va instalando a sorbos o a tragos de un modo definitivo.

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